La miopía es un defecto refractivo en el cual los objetos cercanos se ven claramente, mientras que los objetos lejanos se ven borrosos
Esto ocurre cuando la córnea tiene demasiada curvatura o el ojo es más largo de lo normal, lo que provoca que la luz se enfoque delante de la retina en lugar de sobre ella.
Este trastorno es común y suele manifestarse en la infancia o adolescencia, aunque también puede desarrollarse en la edad adulta. Los factores genéticos y ambientales, como la cantidad de tiempo que pasamos realizando actividades de cerca (leer, usar dispositivos electrónicos), juegan un papel importante en su aparición y progresión.
La miopía puede corregirse de manera efectiva con gafas, lentes de contacto o mediante cirugía refractiva, mejorando la calidad de vida y la visión a larga distancia.
Si tienes dificultades para ver objetos a lo lejos, es importante consultar a un especialista para determinar el mejor tratamiento para tu caso.
• Programa tu cirugía con anticipación y asegúrate de tener el tiempo necesario para tu recuperación.
• Llega con al menos 30 minutos de antelación para completar el proceso de admisión y recibir las indicaciones prequirúrgicas.
• Trae tu documento de identidad, incluyendo el del acudiente si se trata de un menor de edad.
• No apliques maquillaje, cremas ni productos en el rostro el día de la cirugía.
• No olvides asistir en ayunas, siguiendo las instrucciones específicas de tu médico (en la mayoría de los casos, 6 a 8 horas sin alimentos ni bebidas).
• Ven acompañado por un adulto responsable, ya que no podrás conducir ni desplazarte solo después del procedimiento.
• Usa ropa cómoda y evita el uso de accesorios metálicos, lentes de contacto o joyas.
• Si tomas medicamentos regularmente, consulta con tu médico si debes suspenderlos o tomarlos el día de la cirugía.
• Sigue todas las indicaciones postoperatorias al pie de la letra para asegurar una recuperación segura y eficaz.
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